IGLESIA CATÓLICA/IGLESIA ANGLICANA/IGLESIA ORTODOXA
(CUARESMA)
Para estas iglesias, y algunas evangélicas, el color morado simboliza preparación espiritual y penitencia. Se usa en Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua respectivamente. También se usa en la administración del sacramento de la penitencia y en general en todo tipo de actos penitenciales. Desde la reforma litúrgica se dispone su uso para los sufragios por los difuntos. Según el calendario litúrgico tradicional también se usa en las temporadas de petición.
EL SEÑOR DE LOS MILAGROS
LIMA (PERÚ)
Durante el denominado, “mes morado” se reunen devotos de todos los estratos sociales en una increíble procesión encarnada en un mar de hábitos del representativo color.
Los hábitos que llevan puesto los feligreses son debido a Sor Antonia.
Antonia Maldonado, original de Guayaquil, llegó al Perú y se instaló en el Callao desde muy jovencita y aunque fuera obligada a casarse, quedó viuda casi inmediatamente, pudiendo dedicarse a su verdadera vocación, el servicio a Cristo.
Con tal objetivo, fundó un beaterio de nazarenas cuyo hábito era de color morado. Al pasar los años se le ofreció a doña Antonia un solar al lado de la capilla del Cristo de Pachacamilla, dedicándose ella y sus beatas a cuidar al Cristo moreno, siempre ataviadas con el hábito que usaban las nazarenas.
Finalmente, el Papa Benedicto XIII autorizó la institución del monasterio con el nombre de Religiosas Nazarenas Carmelitas Descalzas del Señor San Joaquín; que debería congregar a treinta y tres monjas vestidas en el hábito morado instituido por su fundadora Madre Antonia del Espíritu Santo.
EL COLOR DEL PODER
Pero, desde 1453, cuando Constantinopla fue conquistada por los turcos la púrpura desapareció. Y en ocaso del Imperio romano de oriente fue también el fin del teñido con púrpura de molusco.
La única institución pública cuyos ministros visten de violeta es la iglesia católica. Es el color de obispos y prelados, cuyas sotanas, en los actos oficiales son de color morado.El violeta eclesiástico se interpreta como el color de la eternidad y de la justicia.En la iglesia evangélica, el violeta ha sido hasta hoy el color eclesiástico. En los días de servicio religioso se izan banderas blancas con una cruz violeta. El color lila o violeta, es también el color de lo divino y de la fe.
Como color litúrgico el violeta es el color de la penitencia. En la confesión el sacerdote lleva una estola violeta. Y los confesionarios tienen casi todas cortinas de color violeta.El violeta es el color del tiempo de ayuno en el adviento y del tiempo de cuaresma que precede al domingo de resurrección.En el simbolismo cristiano, el violeta es el color de la humildad. La contradicción evidente del simbolismo de poder antes dicha.
El significado eclesiástico del violeta se opone al efecto del violeta profano.Incluso puede decirse que el violeta es el color de todos los pecados bonitos. Como color de los pecados bonitos, el violeta es, naturalmente, femenino.El violeta es el color de la vanidad.
La vanidad es, según la tradición católica,uno de los 7 pecados capitales.Hay un perfume de Dior contenido en un frasquito de color verde veneno y encerrado en una caja violeta que se llama “Poison” es decir veneno. Naturalmente, no quiere sugerir que el líquido sea un veneno, sino que su fragancia puede trastornar. Los cofrecillos con joyas a menudo están forrados de terciopelo violeta. Y así entre otros ejemplos ponen al violeta o el lila como los colores preferidos para empaquetar diferentes productos.
Mucho antes de que los gurús de la moda marcas en las tendencias que se llevan cada temporada, el color de la vestimenta marcaba el estatus social. Todo esto dependía del costo de teñir las prendas. Determinados colores eran más complicados de obtener y por lo tanto, más caros. Por eso, el pueblo vestía con esos colores que se podían conseguir sin dificultad y el clero y los soberanos lucían colores más caros.
Mucho antes de que los gurús de la moda marcas en las tendencias que se llevan cada temporada, el color de la vestimenta marcaba el estatus social. Todo esto dependía del costo de teñir las prendas. Determinados colores eran más complicados de obtener y por lo tanto, más caros. Por eso, el pueblo vestía con esos colores que se podían conseguir sin dificultad y el clero y los soberanos lucían colores más caros.
Este es el caso del violeta, pues para obtener este color era necesario las conchas de un crustáceo que no era muy abundante ni fácil de conseguir. Por ello, en el antiguo Imperio Romano, vestir de violeta era exclusivo del emperador, su esposa y el heredero.
Con la llegada del cristianismo este concepto perduró, según se relata en las escrituras, Moisés le dice a los israelitas que los sacerdotes deben vestir de púrpura. Los sacerdotes eran mediadores con el más allá. Junto al amarillo este color se convierte en el color de la fe y también de la superstición. Durante la cuaresma este color está más presente, pues es el elegido para simbolizar la penitencia y la humildad de estas fechas.
Con la llegada del cristianismo este concepto perduró, según se relata en las escrituras, Moisés le dice a los israelitas que los sacerdotes deben vestir de púrpura. Los sacerdotes eran mediadores con el más allá. Junto al amarillo este color se convierte en el color de la fe y también de la superstición. Durante la cuaresma este color está más presente, pues es el elegido para simbolizar la penitencia y la humildad de estas fechas.
El
fin de este color es celebrar a Cristo que ha vencido la muerte, que
nos ha dado la vida eterna. La Cuaresma está marcada por el color morado
y comprende desde el miércoles de ceniza hasta el Jueves Santo, día en
el que se conmemora la misa de la cena del Señor. A partir del Jueves
Santo comienza el triduo pascual: la pasión, muerte y resurrección del
Señor. El color morado se utiliza en los tres días feriales, que son el
Lunes, Martes y Miércoles Santo por que “nos invita al ayuno, a la
oración, al arrepentimiento y a la penitencia”
DÍA DE LOS DIFUNTOS
Además
de las “guaguas de pan”, los indígenas en sus rituales funerarios
tradicionales, preparaban una especie de colada muy espesa llamada
Uchucuta que consistía en la mezcla de harina de maíz, papa, fréjol,
arveja, col y achiote. Ahora se fabrica la tradicional colada morada con
harina de maíz morado, el mortiño andino, y el aromático Isphingo. Las
frutas de la región son quienes acompañan a esta bebida desde la guayaba
y la piña de la región subtropical, pasando por la naranjilla amazónica
y los frutos de la serranía como el tomate de árbol, uvillas, mora,
babaco, entre otras, que se convirtió en el acompañante principal de las
Guaguas de Pan. Esta colada muestra sin duda la fusión del ritual
indígena con el católico ya que el color morado tiene un significado de
muerte y luto en la iconografía católica lo que resultó perfecto para la
celebración de la fiesta de los difuntos y a la vez para remplazar la
Uchucuta indígena.
La colada simboliza el alimento para el viaje ancestral y la guagua
simboliza nuestro ser querido.
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